En México, el asma afecta al 7% de la población, y se presenta con tos, dificultad para respirar, silbido de pecho y/o sensación de opresión torácica.
¿Qué es?
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias bajas (bronquios), que son tubos que conducen el aire hacia dentro y fuera de los pulmones.
En los pacientes con asma las paredes internas de los bronquios se inflaman, lo cual disminuye la luz de estos conductos provocando que los pulmones reciban menos aire y con ello disminuye el oxígeno disponible en el organismo.
La inflamación de la pared bronquial generalmente es causada por una respuesta anormal a estímulos externos irritantes, muy parecido a una reacción alérgica.
Esta enfermedad es crónica, no existe curación total, pero los síntomas pueden controlarse hasta permanecer inactiva durante largo tiempo.
¿Cuáles son los síntomas?
No todas las personas con asma tienes la misma intensidad y tipo de síntomas.
Estos generalmente se asocian también a enfermedades acompañantes. En la mayoría de los casos existe:
Respiraciones con ruidos silbantes
Tos en accesos largos, generalmente empeora por las noches o madrugadas.
Sensación de opresión en el pecho
Dificultad para respirar
¿Qué causa el asma?
No esta claro aún por que algunas personas desarrollan asma y otras no, es probable que se deba a una combinación de factores ambientales y hereditarios, pero si se conocen bien algunos de los factores que pueden desencadenarlos:
Partículas en el aire como polen, ácaros, esporas de moho, caspa de animales.
Infecciones respiratorias
Actividad física (en algunos casos)
Exposición abrupta al frio o cambios de estación
Exposición a humo de tabaco o quema de materiales orgánicos
Algunos medicamentos como aspirina, ibuprofeno o naproxeno
Estrés emocional
Enfermedad por reflujo gastroesofágico
Y también conocemos algunos factores de riesgo como:
Tener un familiar directo con diagnóstico de Asma
Contar con diagnóstico de alguna alergia (dermatitis o rinitis)
Tener sobrepeso u obesidad
Tabaquismo activo
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del asma se lleva a cabo a través de la revisión de tu historial médico, incluyendo tus antecedentes familiares relacionados con condiciones respiratorias; un examen físico que puede incluir una revisión de tus oídos, ojos, nariz, garganta, pecho y vías respiratorias superiores.
Además, la realización de diversas pruebas para determinar tu salud pulmonar, las 3 más importantes:
la espirometría con reto broncodilatador,
la fracción exhalada de óxido nítrico, y
pruebas de alergia en caso de sospecha.
¿Cómo se trata el asma?
El asma se trata con dos tipos de medicamentos:
medicinas para el alivio rápido para detener los síntomas y
medicinas para el control a largo plazo para la prevención de síntomas.
Además de los medicamentos otros componentes del tratamiento son igualmente importantes:
Educación de la enfermedad
Disminución y/o evitación de detonantes (control ambiental)
Inmunoterapia en casos de asma por alergia
¿Cómo prevengo una crisis de asma?
Siga fielmente su esquema de tratamiento e identifique los factores de riesgo.
Asegúrese cada año de tener su esquema de vacunación completo de acuerdo a su edad (Influenza, Tosferina, Neumococo, etc.)
Mida todos los días su flujo espiratorio, al menos 2 veces (mañana y noche) y cuando presente síntomas recuerde:
VERDE: indica un buen flujo, debe continuar con su tratamiento y no hay que aplicar medicación de rescate.
AMARILLO: indica que el flujo se encuentra limitado por obstrucción, hay que aplicar 2 disparos de medicamento de rescate y esperar 20 minutos para realizar una nueva medición. Esto puede realizarlo hasta 2 veces, si no mejora acudir a urgencias.
ROJO: indica flujo muy limitado por obstrucción, aplique su medicación de rescate pero ¡ACUDA INMEDIATAMENTE A URGENCIAS!
¿Cuándo debo acudir a Urgencias?
Si tiene dificultad para respirar, si su respiración es más rápida y superficial o si se genera silbido al respirar.
Si no tolera recostarse o necesita estar sentado para respirar con facilidad.
Tiene dolor torácico cuando respira profundamente.
Si sus familiares lo notan somnoliento o confundido.
Si sus labios, punta de los dedos o piel debajo de sus uñas se tornan azules o violáceas.
Si tiene medición de flujometría en rojo.
Llamar a Servicio de Urgencias