En México, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta al 8% de la población mayor de 40 años.

Los principales factores de riesgo relacionados para EPOC son la exposición al humo de cigarro, leña, así como la existencia de otras condiciones pulmonares.

Los síntomas de la EPOC más frecuentes son: tos, dificultad para respirar y producción de flemas.

¿Qué es?

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La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección progresiva de los pulmones que provoca dificultad para respirar.

En la EPOC se afectan las vías respiratorias bajas (bronquios), que son los tubos que conducen el aire dentro de los pulmones, estos se inflaman y engrosan debido a una irritación constante de la vía aérea por estímulos externos anormales como el humo de tabaco. No sólo los bronquios se ven afectados, también el tejido donde se intercambia oxígeno (alveolos) puede sufrir cambios como inflamación, fibrosis y destrucción de las paredes.

Derivado de estos cambios el flujo de aire en los pulmones disminuye, tenemos menor oxígeno disponible y es más difícil deshacerse del dióxido de carbono residual. A medida que la enfermedad empeora, se hace más difícil mantenerse activo debido a la dificultad para respirar.

Esta enfermedad es crónica, no existe curación total, pero los síntomas pueden controlarse hasta permanecer estable durante largo tiempo.

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¿Cuáles son los síntomas?

No todos los pacientes con EPOC tienen la misma cantidad e intensidad de síntomas. Muchas personas no experimentan ningún signo de la enfermedad hasta que se encuentra en etapas muy avanzadas.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Tos frecuente, más de 5 días de la semana, más de 3 semanas continuas, o con agudizaciones más de 3 veces por año, en los últimos 3 años.

  • Expectoración o flemas blanquecinas o transparentes frecuentemente a lo largo del día.

  • Dificultad para respirar al realizar actividades cotidianas.

  • Infecciones respiratorias frecuentes (más de 3 veces por año).

  • Fatiga o mayor cansancio durante el día.

  • Color azulado en labios o piel debajo de las uñas y/o puntas de los dedos.

  • Ruido como silbido al respirar.

Frecuentemente los pacientes piensan que les es difícil respirar o que son menos capaces de hacer las cosas que suelen hacer porque "simplemente están envejeciendo".

Pero la dificultad para respirar, tos, flemas o ruidos al respirar nunca son normales.

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¿Qué causa la EPOC?

Por lo general, la exposición prolongada a irritantes que lesionan los pulmones y las vías respiratorias es la causa de la EPOC. Entre los irritantes más conocidos se encuentran:

  • Humo de tabaco, ya sea como fumador activo como con exposición pasiva.

  • Humo de quema de madera, petróleo u otros materiales orgánicos e inorgánicos.

  • Aire con mala calidad por contaminantes.

  • Polvos finos, como aquellos desprendidos de pulir madera, cerámica, mármol, etc.

  • Caspa de animales.

Existen otros factores de riesgo como la afección genética llamada “Deficiencia de alfa-1-antitripsina”, así como el diagnostico de “Asma bronquial” de larga evolución mal controlada.

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¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de EPOC se lleva a cabo a través de la revisión de su historial médico, incluyendo tus antecedentes de exposición a irritantes, un examen físico que incluya la revisión del tórax.

Sin embargo la prueba que confirma la presencia de EPOC es una prueba de función pulmonar llamada espirometría. Esta consiste en soplar con tanta fuerza como se pueda dentro de una máquina pequeña que evalúa la capacidad pulmonar. Los resultados se pueden analizar inmediatamente.

También pueden realizarse otros estudios complementarios para evaluar el grado de afección al parénquima pulmonar (radiografía y tomografía de tórax), evaluación de la oxigenación (gasometrías arteriales), evaluación de la función cardiopulmonar (ecocardiograma), así como otras pruebas de función pulmonar que nos ayuden a evaluar globalmente la capacidad del paciente para tolerar el ejercicio.

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¿Cómo se trata la EPOC?

Hasta el momento, la EPOC no tiene cura. Sin embargo existen algunas intervenciones que nos ayudan a mantener estable la función pulmonar, que con ello el paciente permanezca activo y retrasar la progresión de los síntomas.

Los objetivos del tratamiento son:

  • Aliviar la tos, expectoración y sibilancias. El grado de mejoría depende de la gravedad de la enfermedad al momento del diagnostico y de la respuesta que el paciente tenga al tratamiento, en algunos casos prácticamente desaparecen pero en otros se reducen a un mínimo de molestias.

  • Retrasar la progresión de la enfermedad.

  • Mejorar la tolerancia al ejercicio y con ello la autonomía del paciente.

  • Prevenir complicaciones, principalmente cardiovasculares.

  • Mejorar el estado nutricio y la salud en general.

Hay tres grandes grupos de acciones que conforman el tratamiento de EPOC:

  1. Cambios en el estilo de vida: el principal evitar agentes irritantes (humos, polvos, caspa de animales principalmente de aves, solventes) y principalmente EVITAR FUMAR O UN AMBIENTE CON FUMADORES. Consumir una dieta con un aporte nutricional alto en proteínas, así como evitar cambios bruscos de temperatura. Si lo necesita deberá iniciar el uso de oxígeno en su domicilio.

  2. Fármacos broncodilatadores: que nos ayudan a disminuir la inflamación de los bronquios, así como el número de accesos de tos y la cantidad de expectoración. La mayoría de estos fármacos se proveen por medio de dispositivos llamados inhaladores. Su medico lo instruirá para el uso del medicamento ideal para usted.

  3. Rehabilitación pulmonar: se trata de ejercicios que nos ayudan a mejorar la calidad de la respiración, tos y el manejo de la expectoración, así como a mejorar la tolerancia al ejercicio.

¿Cómo prevengo que la EPOC empeore o se exacerbe?

  • Siga fielmente su esquema de tratamiento e identifique los factores de riesgo.

  • Asegúrese cada año de tener su esquema de vacunación completo de acuerdo a su edad (Influenza, Tosferina, Neumococo, etc.)

  • Use los medicamentos broncodilatadores TODOS LOS DÍAS.

  • Si se le inició oxígeno en domicilio, nunca cambie la dosis a menos que su médico lo indique. Tampoco suspenda su uso y siempre tenga a mano el número de su proveedor de oxígeno.

¿Cuándo debo acudir a Urgencias?

  • Si tiene dificultad para respirar, si su respiración es más rápida y superficial o si se genera silbido al respirar.

  • Si no tolera recostarse o necesita estar sentado para respirar con facilidad.

  • Tiene dolor torácico cuando respira profundamente.

  • Si sus familiares lo notan somnoliento o confundido.

  • Si sus labios, punta de los dedos o piel debajo de sus uñas se tornan azules o violáceas.

  • Si la tos aumenta, se acompaña de expectoración verde o amarilla y tiene fiebre.

  • Si la tos se acompaña de flemas con sangre.

Llamar a Servicio de Urgencias